35. Desobediencia que mata
Te cuento una historia: Neil Armstrong fue el primer hombre en poner un pie sobre la superficie lunar, lo hizo un El 20 de Julio de 1969. En cierta ocasión mientras se encontraba en una conferencia de prensa, un entusiasta periodista le preguntó sino había sentido el deseo de dar unos pasos extras al plan establecido mientras caminaba sobre la faz de la luna, a lo que el comandante de la misión Apolo 11 contestó: “Dentro de los uniformes de la NASA no cabe la palabra desobediencia”.
¿Conoces la palabra Anatema? Básicamente el anatema señalaba algo que no podía ser utilizado, en otro sentido era “maldecir” algo, si Dios definía que algo era “Anatema” lo mejor era estar verdaderamente lejos eso, la Biblia nos cuenta acerca de un hombre llamado Acán que decidió ignorar esto.
Durante la conquista de la tierra prometida, Dios ordenó que no se tocara nada de lo que hubiera en Jericó, porque era anatema. Acán ignoró la orden y guardó algunas “cosillas” que encontró en el camino, después de todo quién notaría esto en medio de una batalla tan exitosa y espectacular… Dios lo notó. Acán tomó un lingote de oro, un manto babilónico y unas monedas de plata, definamos de manera practica lo que Acán hizo: DESOBEDIENCIA, y no es buena idea desobedecer a Dios. El mide tu compromiso a través de tu obediencia, no de tus emociones o buenas intenciones, no se trata de llorar, sino de obedecer. El carácter de un discípulo es evidente en su obediencia. Tu vida es una verdadera vida cristiana porque vives en obediencia a Dios y no porque vas a la iglesia. No podemos elegir o seleccionar lo que vamos a obedecer y luego ignorar el resto como si no existieran, al fallar fallamos a Dios, una franca desobediencia es letal. Acán murió por su desobediencia, su familia también, sus animales y sus pertenencias fueron quemadas, fue un castigo extremo y me sorprendo al pensarlo, fue letal, desobediencia letal, me asusta tal reacción de Dios por el pecado.
Queridos amigos, aprendo a través de Acán la visión divina del pecado, y es terrible, nuestra visión del pecado es confusa, tolerante, juguetona, hacemos malabares con el pecado y hasta nos divertimos. La visión de Dios del pecado es definida, concreta y firme. Nuestras faltas podrán ser el resultado de nuestras debilidades, descuidos y trampas, tal vez de un millón de cosas mas, pero nunca deben ser el resultado de un corazón que se rebela contra Dios, el resultado de esto es letal, mejor corre con arrepentimiento a buscar su perdón, eso hará la diferencia.
Considera estos 3 puntos:
- Anatema. Aléjate de lo que Dios ya determinó.
- Obediencia es la evidencia de una vida cristiana.
- Letal. Esa es la visión divina del pecado.
Josué 7.1 dice: “…Acán… tomó del anatema; y la ira de Jehová se encendió…”.
Recuerda este principio: “La Obediencia a Dios, es una practica constante y un deseo permanente”