23. La bella, la bestia y el rey. Parte 3.
Llegamos al episodio final de la historia de la bella, la bestia y el rey. Basados en el 1º. Samuel capítulo 25.
¿Recuerda cómo comenzó todo?… David le pidió a Nabal alimentos para su soldados, a lo que respondió con malos tratos y malcriadezas. David reacciona y toma cartas en al asunto y decide aniquilar a todo ser viviente en la casa del testarudo Nabal. Abigail la inteligente y bella esposa de Nabal salió al encuentro de David para calmarlo por su reacción ante el maltrato de Nabal y salva el día. Mientras tanto Nabal muere de una cólera, literalmente le estalló su corazón.
¿Pero que estaba pensando David?… el casi rey de Israel reaccionó con ira extrema, enojo, y deseo de venganza. Tomó a sus soldados y salió camino a casa de Nabal para matarlos a todos. Si no hubiera sido por la actitud sabia y pacificadora de la brillante Abigail, esto hubiera terminado en una tragedia en donde todos hubieran sido perdedores. David reaccionó mal, hubiera asesinado a gente inocente, su ira lo hubiera llevado a acciones de las que se hubiera arrepentido después.
Cuide sus reacciones, la ira le puede llevar a cometer graves errores, esos errores fatales. La venganza, el odio, la ira, deben ser sometidos por el dominio propio, la templanza y la sabiduría. No reacciones a los estímulos tóxicos, controle sus respuestas, cuídese de las provocaciones e inmadureces de otros, no vale la pena que eche a perder su vida, reputación, familia, y quién sabe que más por esos estallidos descontrolados de enojo.
David dijo a Abigail:
“¡…bendita seas tú por tu buen juicio, pues me has impedido derramar sangre y vengarme con mis propias manos!” 1º- Samuel 25.33
Nabal murió y David entendió que a él lo defendía el Señor. Deje su ira y venganza, entregue su causa al Señor, le garantizo que el resultado será mucho mejor. Por cierto, al final David se casó con Abigail. FIN DE LA HISTORIA.