30. Obstinados y persistentes- Parte 2.
Isaías 62.1 dice:
“Por amor de Sion no callaré, y por amor de Jerusalén no descansaré, hasta que salga como resplandor su justicia, y su salvación se encienda como una antorcha”. Isaías 62.1
Hablamos de los Obstinados y persistentes. Es un llamado a no soltar la cuerda, a presionar con fe, a buscar la respuesta con valor y firmeza, a insistir en la marcha.
El motivo es importante para el OBSTINADO Y PERSISTENTE. La pasión por su nación mantenía el dedo de Isaías presionando el botón de la oración.Deseaba algo mejor para su país, y esa pasión lo hacía deambular incansablemente alrededor del Trono de Dios diciendo: “Por amor de Sion no callaré… y por amor de Jerusalén no descansaré…” El motivo te impulsa, te mantiene vivo, te enfoca, no importa el precio, el motivo lo vale. Por amor de tus hijos, tu matrimonio, tu ciudad o tu nación… Abraza el motivo porque te mantendrá vivo cuando la sombra del desánimo en cierne amenaza tu fe.
“No descansaré” decía el profeta. Diligencia y sentido de urgencia, recarga inminente ante la funesta fatiga, extra fuerza para sortear los obstáculos, así son los OBSTINADOS Y PERSISTENTES.
Pero hay un elemento extra en la mira de los Obstinados y persistentes: El resultado o respuesta esperada… leamos una vez más a Isaías 62.1
“…Por amor a ustedes… no me callaré. Por amor a ustedes, no descansaré hasta que Dios les dé la victoria. Cuando Dios los salve, ustedes brillarán como el sol al amanecer”.
Isaías 62.1 – Traducción en Lenguaje actual.
La insistencia de Isaías se basaba en la expectativa de una VICTORIA EVIDENTE, una victoria tan grande y contundente como el brillo del sol en la mañana. Los Obstinados y persistentes saben que la respuesta lo vale todo.
Isaías volvió a escribir:
“Ya no te llamarán «Abandonada», ni «Desolada», sino que serás llamada «Mi deleite»… porque el SEÑOR se deleitará en ti…”. (vs. 4 – NVI)
Los obstinados y persistentes se rebelan al status quo, se afirman porque ven cambios profundos, cambios en la ruta. “Ya no te llamarán…” ¿qué agregaría ud. a esa frase?: “el acabado, el borracho, el pobre, la abandonada”. El clamor de los OBSTINADOS Y PERSISTENTES, provocará profundos cambios que serán evidentes como la luz del sol en el amanecer.
OBSTINADOS Y PERSISTENTES, no hablamos de gente impertinente y desagradable, sino de los que no desmayan ni se detienen, el motivo y el resultado valen toda su determinación. Las puertas del cielo se abren en preciosas respuestas para ellos. Son los OBSTINADOS Y PERSISTENTES, pero humildes y cargados de fe, continuamente se presentan confiados al lugar de las respuestas, EL TRONO DE DIOS.