No estamos solos
Estrategia, fortaleza y fe.
Pagar en el supermercado un metro y medio de distancia de la siguiente persona, utilizar el transporte colectivo un metro y medio de distancia de la siguiente persona, en el trabajo un metro y medio de distancia de la siguiente persona, diálogo ocasional con alguien, un metro y medio de distancia.
No abrace, no de la mano, no de un beso, aléjese… estamos aislados. Las redes se convirtieron en salas de reuniones, salones de fiesta e iglesias… los nuevos lugares para reír y llorar con otros…. todo a distancia. Es probable que esté comenzando a sentirse solo, triste y deprimido con todo este aislamiento. No desespere, quizá disfrutaremos de nuevo la calidez de un abrazo, la dulzura de un beso y la alegría de un saludo efusivo, por ahora, debemos protegernos con la distancia. Una nueva “normalidad” nos está esperando, no sabemos cuándo será y cómo será, si extraña parientes y amistades, le entiendo porque todos estamos así, la sensación de soledad está golpeando fuerte a algunos corazones.
Pero hay buenas noticias, hay alguien que quiere estar con usted y platicar, no teme exponerse, no está en peligro de contagio, quiere abrazarle y acompañarle, es Jesús:
»…Yo estoy a la puerta y llamo. Si oyes mi voz y abres la puerta, yo entraré y cenaremos juntos como amigos». Apocalipsis 3:20 NTV
Las puertas de su alma están sonando, la soledad demanda atención, aunque intente llenarlo con entretenimiento, redes o distracciones, hay un área de su corazón que tiene la forma de Dios, solo Él puede llenar plenamente su vida. Su corazón no es una cuenta bancaria o un maniquí, su corazón solo responderá a Jesús
…. ¿Lo oye?… justo ahora… es el picaporte de su corazón: “…Yo estoy a la puerta y llamo…”. La llave la tiene usted, solo usted permite el acceso. No es un favor, es su respuesta al amor de Dios. Si lo deja entrar: “cenaremos juntos como amigos”… Ahh… mi corazón se estremece con eso, quiero estar allí, acepto la cita, no tiene límite de duración, es eterna, compañía eterna, no más soledad.