Oportunidad
Estrategia, fortaleza y fe.
China nos sorprendió con imágenes de risas y celebración desde sus hospitales. Las ciudades asoladas volvían a la vida y las calles recuperaban movimiento. Las puertas que por meses cerraron se abrieron …. ¿Todo volvía a la normalidad después de la caos por la enfermedad?… tal vez así sea, de verdad esperamos que sea así.
La pregunta importante que nos debemos hacer es: ¿Qué está quedando de todo este largo camino que vamos recorriendo?… ¿estás cambiando?… ¿estás aprendiendo?… o luego todo simplemente volverá a la normalidad, o al menos a lo que para nosotros era lo normal. Una de las cosas a la que más le temo de todo esto, es que después de este período de tiempo tan peculiar y extraño, único, volvamos a ser los mismos, con las mismas carreras, los mismos vacíos, que no hayamos edificado algo nuevo y mejor a partir de esta crisis.
Las crisis traen problemas inesperados, pero también traen oportunidades, no permita que esta o cualquier otra crisis nos ciegue de las oportunidades. El desafío es que al finalizar este proceso no seamos los mismos, que no volvamos al ir y venir de cada 24 horas alocados y cegados por la vanidad y la ambición. Que cuando todo pase tengamos mejores familias y matrimonios, que seamos mejores administradores financieros, mas solidarios con el necesitado, que nuestra vida de fe se haya fortalecido y comprometido, que seamos una mejor nación.
La Biblia dice en la carta a los Efesios 5.16:
“Saquen el mayor provecho de cada oportunidad en estos días malos”.
Convierta esta cuarentena en una gran oportunidad para ser una mejor persona, y cuando todo haya acabado, seamos más fuertes.